Surfeando en el cambio

(“esperando a ver  qué pasa”… con el miedo en el cuerpo).



El miedo impide moverse y por ende, impide crecer. Es capital que volvamos a encontrar nuestro propio protagonismo, que pensemos de manera activa sobre lo que querremos y que luchemos por ello. No nos podemos quedar mirando la vida pasar y no   podemos consentir que el miedo nos paralice.

Tengo la impresión de que atravesamos una temporada basada en una actitud de expectativa de “a ver qué pasa“. Con frases como “con la que está cayendo”, “la que se avecina”, “la cosa está mal pero no nos podemos quejar”, al final no nos movemos de nuestra zona de confort, ni tampoco de la zona de miedo. Está claro que en la vida, todo no se puede tener. Casi siempre es muy difícil renunciar a algo que queremos a cambio de otras cosas que también queremos. Sin embargo, hay que tener clara su propia escala de prioridades y pensar en lo que más valoramos.

Es verdad que vivimos en un contexto “hostil”. Hay mucha incertidumbre, no sabemos hacia dónde vamos y por ello seguimos sin movernos. ¡Paralizados! El mundo conoce una multitud de cambios sociales y económicos, ambientales también. Entonces, ¡hay que reinventarse ya! Sí, ¿pero cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? Hay que adaptarse y moverse. Estamos pendientes de ver si en algunos meses, o algunos años la situación mejora. ¿Cuándo tiempo tenemos que “aguantar viendo lo que pasa”? Cada uno tiene que valorar lo que pierde y lo que podría ganar.

“La única constante es el cambio” es una frase que solemos oír mucho ahora. Es verdad: ¡la única norma inquebrantable es que todo cambia! Frente a esta “inestabilidad estable”, tenemos que “mover el culo”, surfear en el cambio, buscar las mejores olas para fluir, las que nos llevarán más lejos y nos permitirán disfrutar.

Por otra parte, más que nunca tenemos que enseñar también a nuestros hijos a surfear en el cambio. ¿Cómo? La mejor manera es dar ejemplo. “Quizá, todo lo que podemos esperar es enseñarles a ser flexibles y a adaptarse, para que puedan afrontar lo que sea que se encuentren[1]. Les tendremos que enseñar a buscar les mejores olas para surfear por el cambio. Tendrán que seguir formándose y tendremos que invertir en su desarrollo. Habrá que apoyarles en su aprendizaje sobre la flexibilidad y la adaptabilidad. Tendrán que aprender cada vez más: idiomas, otros contextos culturales, nuevos conocimientos… Debemos fomentar las mentes siempre abiertas. No tendrán que ser tan arraigados como nosotros a nuestra “tierra” donde “no se puede vivir mejor”… Solo tendrán que arraigarse a valores y moverse.

¡Animo, y a surfear por el cambio!





[1] WHITMORE John (2011). – Coaching. El método para mejorar el rendimiento de las personas. – Madrid: Espasa Libros. – p.47. (edición actualizada).

No hay comentarios:

Publicar un comentario